Huelga en el Museo Marítimo

Los técnicos responsables de los talleres del Museo Marítimo convocan huelga indefinida

El grupo de seis trabajadores y trabajadoras responsables de la organización y ejecución de las actividades y talleres que el Museo Marítimo de Barcelona pone a disposición de los visitantes del centro, especialmente escuelas, inician hoy una HUELGA INDEFINIDA para denunciar la precariedad de sus condiciones laborales.

Los trabajadores responsables del grueso de las actividades y talleres que el Museo Marítimo de Barcelona (MMB) organiza -paseos en barco por el frente marítimo de la ciudad, caminatas por el puerto, etc. - se encuentran desde esta madrugada en situación de huelga indefinida para denunciar las precarias condiciones laborales impuestas por el centro. El paro ha venido precedido de dos meses de infructuosa negociación a lo largo de los cuales este colectivo de profesionales ha intentado dialogar con los responsables del Museo para intentar reconducir la presente situación y poner sobre la mesa sus reivindicaciones, especialmente las relacionadas con una aplicación extrema de políticas de imposición de contratación temporal injustificada y parcialidad abusiva de la jornada.

«Nunca estamos seguros de cuándo tendremos que trabajar -explica un portavoz de los huelguistas- se determinan nuestros turnos con una antelación que casi nunca va más allá de una semana. Y estos turnos, tampoco podemos estar seguros de cuántas horas ni en qué horario se harán. No sabemos si la próxima semana trabajaremos 5 horas o si lo haremos 20 y, por tanto, si el salario que percibiremos nos va a permitir subsistir o si no lo hará. Y en estas circunstancias, ni siquiera es posible pensar en buscar otro trabajo para complementar nuestros ingresos. Cómo podemos hacerlo si nuestros horarios pueden variar de forma radical con una antelación mínima?».

Precisamente, estos condicionantes que MMB impone a la prestación de servicios está en el origen deque la actual concesionaria del servicio -el museo subcontrata la actividad- haya renunciado a seguir ofreciéndolo y no se presente a la renovación de la licitación por parte del emblemático centro museístico. «A estas alturas -prosigue el portavoz- nuestro presente es absolutamente precario y nuestro futuro está en el aire. Sabemos que habrá una nueva concesionaria del servicio y, tras reclamarlo, hemos conseguido que el pliego de condiciones incluya un compromiso de subrogación de las personas que actualmente lo prestamos, pero no tenemos ninguna información cierta y precisa sobre cómo se concretará este compromiso».

 
Para Natxo Parra, abogado del Colectivo Ronda que asesora al grupo de trabajadores y trabajadoras en huelga, la situación que se vive en el Museo Marítimo de Barcelona ejemplifica una vez más cómo el recurso a la subcontratación se convierte en un instrumento de precarización de las condiciones laborales. «A través de contratos y licitaciones, las empresas pretenden verse exoneradas de sus verdaderas responsabilidades como empleadoras. En este caso concreto, incluso, transformando la contrata en una suerte de empresa de trabajo temporal que les pueda proveer de mano de obra a demanda, sin ninguna consideración hacia la situación de permanente incertidumbre e inseguridad que esto provoca en las personas que trabajan en el Museo. Y lo más grave es que este tipo de prácticas las realizan empresas privadas en su afán de lucro pero también, tal y como sucede en el Museo Marítimo, lo hacen las Administraciones Públicas».

Los técnicos responsables de los talleres del Museo Marítimo convocan huelga indefinida

Los trabajadores responsables del grueso de las actividades y talleres que el Museo Marítimo de Barcelona (MMB) organiza -paseos en barco por el frente marítimo de la ciudad, caminatas por el puerto, etc. - se encuentran desde esta madrugada en situación de huelga indefinida para denunciar las precarias condiciones laborales impuestas por el centro. El paro ha venido precedido de dos meses de infructuosa negociación a lo largo de los cuales este colectivo de profesionales ha intentado dialogar con los responsables del Museo para intentar reconducir la presente situación y poner sobre la mesa sus reivindicaciones, especialmente las relacionadas con una aplicación extrema de políticas de imposición de contratación temporal injustificada y parcialidad abusiva de la jornada.

«Nunca estamos seguros de cuándo tendremos que trabajar -explica un portavoz de los huelguistas- se determinan nuestros turnos con una antelación que casi nunca va más allá de una semana. Y estos turnos, tampoco podemos estar seguros de cuántas horas ni en qué horario se harán. No sabemos si la próxima semana trabajaremos 5 horas o si lo haremos 20 y, por tanto, si el salario que percibiremos nos va a permitir subsistir o si no lo hará. Y en estas circunstancias, ni siquiera es posible pensar en buscar otro trabajo para complementar nuestros ingresos. Cómo podemos hacerlo si nuestros horarios pueden variar de forma radical con una antelación mínima?».

Precisamente, estos condicionantes que MMB impone a la prestación de servicios está en el origen deque la actual concesionaria del servicio -el museo subcontrata la actividad- haya renunciado a seguir ofreciéndolo y no se presente a la renovación de la licitación por parte del emblemático centro museístico. «A estas alturas -prosigue el portavoz- nuestro presente es absolutamente precario y nuestro futuro está en el aire. Sabemos que habrá una nueva concesionaria del servicio y, tras reclamarlo, hemos conseguido que el pliego de condiciones incluya un compromiso de subrogación de las personas que actualmente lo prestamos, pero no tenemos ninguna información cierta y precisa sobre cómo se concretará este compromiso».

 
Para Natxo Parra, abogado del Colectivo Ronda que asesora al grupo de trabajadores y trabajadoras en huelga, la situación que se vive en el Museo Marítimo de Barcelona ejemplifica una vez más cómo el recurso a la subcontratación se convierte en un instrumento de precarización de las condiciones laborales. «A través de contratos y licitaciones, las empresas pretenden verse exoneradas de sus verdaderas responsabilidades como empleadoras. En este caso concreto, incluso, transformando la contrata en una suerte de empresa de trabajo temporal que les pueda proveer de mano de obra a demanda, sin ninguna consideración hacia la situación de permanente incertidumbre e inseguridad que esto provoca en las personas que trabajan en el Museo. Y lo más grave es que este tipo de prácticas las realizan empresas privadas en su afán de lucro pero también, tal y como sucede en el Museo Marítimo, lo hacen las Administraciones Públicas».