Laboratorios Ferrer: sin acuerdo con los visitadores

Cerca de concluir sin acuerdo el conflicto que enfrenta a Ferrer con más de 400 visitadores médicos

Se celebra la última de las reuniones previstas en el periodo de consultas del procedimiento de modificación sustancial de condiciones laborales instado por la multinacional que prevé, entre otras importantes medidas, endurecer significativamente el acceso a la retribución variable que constituye, de media, cerca del 40% del salario de los más de 400 visitadores médicos y delegados de ventas en nómina de la compañía.

Laboratorios Ferrer, una de las principales empresas farmacéuticas del Estado con una plantilla de más de 2200 trabajadores y presencia en 90 países, considera que el sistema de incentivos que determina una parte importante de la retribución anual de los más de 400 visitadores médicos y delegados de ventas que emplea en España no actúa como verdadero “elemento incentivador de los resultados”, a pesar de que los ingresos correspondientes en este capítulo suponen, en muchos casos, incluso un 40% del salario para este colectivo de trabajadores.

Actualmente, los visitadores médicos de la compañía perciben un 50% del incentivo base establecido a partir del momento de alcanzar al menos un 70% de sus objetivos anuales. A partir de este punto, a mayor nivel de consecución de objetivos, corresponde un porcentaje más elevado de esta retribución, situándose en todo momento el porcentaje de consecución requerido por encima del porcentaje de retribución otorgado hasta generar el derecho a percibir e incentivo base en su totalidad.

En la nueva modalidad que la empresa pretende imponer a sus empleados, visitadores médicos y delegados de ventas deberán acreditar un cumplimiento del 90% de los objetivos anuales preestablecidos para generar el derecho a obtener tan sólo un 7% del incentivo. Para José Antonio González Espada, abogado de Colectivo Ronda que ha representado a un grupo importante de visitadores durante la infructuosa negociación con la empresa, los términos de reforma del sistema de incentivos impuestos por la empresa resultan “absolutamente inaceptables si tenemos en cuenta que aquello a lo que Ferrer llama incentivos y premios es, en realidad, un porcentaje muy elevado del salario anual de los trabajadores afectados, en ocasiones incluso del 40% de la retribución total. Sin estos incentivos, en realidad, la mayoría de ellos no podría llegar siquiera a fin de mes ni pagar sus facturas. De lo que estamos hablando, verdaderamente, es de una reducción salarial masiva, pura y dura. Pretender que semejante porcentaje de tu salario esté ligado a la consecución de elevados objetivos de venta significa asumir el riesgo de que en caso de que tu grado de consecución tan solo alcance el 89%, puedes ver dramáticamente reducida tu previsión de ingresos anuales”.

La modificación no tan solo afecta al importe y el sistema de generación del derecho a percibir el incentivo sino que también lo hace a la periodicidad. Hasta ahora, los visitadores recibían mensualmente una cantidad correspondiente a estos objetivos a modo de adelanto para garantizar de este modo un mayor nivel de ingresos a unos empleados que ostentan reducidos salarios bases dada la importancia de los variables en su retribución. En la propuesta que la empresa pretende imponer, la percepción de estos “adelantos a cuenta” pasará a ser cuatrimestral, atentando gravemente contra la disponibilidad económica de sus empleados. Además, se restringirá e incluso se suprimirá el acceso a estos pagos cuatrimestrales para los trabajadores en situación de baja médica, pues tan solo lo percibirán los visitadores que hayan trabajado al menos un 75% del correspondiente ciclo de 4 meses. “La empresa -prosigue González Espada- debería ser consciente de la absoluta imposibilidad para muchos de sus empleados de enfrentar el enorme e injustificado nivel de incertidumbre que Ferrer les impone a través de las condiciones propuestas, máxime tratándose una empresa que en 2017 obtuvo casi 9 millones netos de beneficio y que en noviembre afirmaba que esta cifra de beneficio alcanzaría los 15 millones en 2018. En definitiva, se está procediendo a imponer una reducción salarial de tal calibre que, a la práctica, obligará a muchos visitadores a abandonar la compañía a bajo coste. No en vano, a lo largo de este mes de negociación, el único aspecto en el que la empresa ha variado su postura inicial y ha mejorado sus prestaciones iniciales ha sido a la hora de incrementar la indemnización ofrecida a quines deseen abandonar voluntariamente la empresa. Sin embargo, se han negado rotundamente a cambiar de forma sustancial cualquier previsión relacionada con cuantía o porcentajes de los incentivos. Ferrer sabe que le sería muy difícil encontrar justificación para los despidos mientras incrementa sus ventas, su resultado de explotación y beneficio neto y está utilizando la modificación sustancial del sistema de retribución para encubrir lo que en realidad son extinciones contractuales. Es por ello que estamos dispuestos a acudir a los tribunales para demostrar que estamos ante una turbia operación sin justificación legal en nuestro ordenamiento jurídico”.

Cerca de concluir sin acuerdo el conflicto que enfrenta a Ferrer con más de 400 visitadores médicos

Laboratorios Ferrer, una de las principales empresas farmacéuticas del Estado con una plantilla de más de 2200 trabajadores y presencia en 90 países, considera que el sistema de incentivos que determina una parte importante de la retribución anual de los más de 400 visitadores médicos y delegados de ventas que emplea en España no actúa como verdadero “elemento incentivador de los resultados”, a pesar de que los ingresos correspondientes en este capítulo suponen, en muchos casos, incluso un 40% del salario para este colectivo de trabajadores.

Actualmente, los visitadores médicos de la compañía perciben un 50% del incentivo base establecido a partir del momento de alcanzar al menos un 70% de sus objetivos anuales. A partir de este punto, a mayor nivel de consecución de objetivos, corresponde un porcentaje más elevado de esta retribución, situándose en todo momento el porcentaje de consecución requerido por encima del porcentaje de retribución otorgado hasta generar el derecho a percibir e incentivo base en su totalidad.

En la nueva modalidad que la empresa pretende imponer a sus empleados, visitadores médicos y delegados de ventas deberán acreditar un cumplimiento del 90% de los objetivos anuales preestablecidos para generar el derecho a obtener tan sólo un 7% del incentivo. Para José Antonio González Espada, abogado de Colectivo Ronda que ha representado a un grupo importante de visitadores durante la infructuosa negociación con la empresa, los términos de reforma del sistema de incentivos impuestos por la empresa resultan “absolutamente inaceptables si tenemos en cuenta que aquello a lo que Ferrer llama incentivos y premios es, en realidad, un porcentaje muy elevado del salario anual de los trabajadores afectados, en ocasiones incluso del 40% de la retribución total. Sin estos incentivos, en realidad, la mayoría de ellos no podría llegar siquiera a fin de mes ni pagar sus facturas. De lo que estamos hablando, verdaderamente, es de una reducción salarial masiva, pura y dura. Pretender que semejante porcentaje de tu salario esté ligado a la consecución de elevados objetivos de venta significa asumir el riesgo de que en caso de que tu grado de consecución tan solo alcance el 89%, puedes ver dramáticamente reducida tu previsión de ingresos anuales”.

La modificación no tan solo afecta al importe y el sistema de generación del derecho a percibir el incentivo sino que también lo hace a la periodicidad. Hasta ahora, los visitadores recibían mensualmente una cantidad correspondiente a estos objetivos a modo de adelanto para garantizar de este modo un mayor nivel de ingresos a unos empleados que ostentan reducidos salarios bases dada la importancia de los variables en su retribución. En la propuesta que la empresa pretende imponer, la percepción de estos “adelantos a cuenta” pasará a ser cuatrimestral, atentando gravemente contra la disponibilidad económica de sus empleados. Además, se restringirá e incluso se suprimirá el acceso a estos pagos cuatrimestrales para los trabajadores en situación de baja médica, pues tan solo lo percibirán los visitadores que hayan trabajado al menos un 75% del correspondiente ciclo de 4 meses. “La empresa -prosigue González Espada- debería ser consciente de la absoluta imposibilidad para muchos de sus empleados de enfrentar el enorme e injustificado nivel de incertidumbre que Ferrer les impone a través de las condiciones propuestas, máxime tratándose una empresa que en 2017 obtuvo casi 9 millones netos de beneficio y que en noviembre afirmaba que esta cifra de beneficio alcanzaría los 15 millones en 2018. En definitiva, se está procediendo a imponer una reducción salarial de tal calibre que, a la práctica, obligará a muchos visitadores a abandonar la compañía a bajo coste. No en vano, a lo largo de este mes de negociación, el único aspecto en el que la empresa ha variado su postura inicial y ha mejorado sus prestaciones iniciales ha sido a la hora de incrementar la indemnización ofrecida a quines deseen abandonar voluntariamente la empresa. Sin embargo, se han negado rotundamente a cambiar de forma sustancial cualquier previsión relacionada con cuantía o porcentajes de los incentivos. Ferrer sabe que le sería muy difícil encontrar justificación para los despidos mientras incrementa sus ventas, su resultado de explotación y beneficio neto y está utilizando la modificación sustancial del sistema de retribución para encubrir lo que en realidad son extinciones contractuales. Es por ello que estamos dispuestos a acudir a los tribunales para demostrar que estamos ante una turbia operación sin justificación legal en nuestro ordenamiento jurídico”.