La falacia de la creación de empleo y la regla del 3 x 2

Vidal Aragonés, abogado laboralista del Colectivo Ronda, analiza los datos estadísticos que confrontan y desmienten radicalmente la tesis defendida por el gobierno del PP de que la reforma laboral aprobada en el año 2012 ha contribuido a la creación de empleo, demostrando que el único efecto desplegado por la norma ha sido la extensión de la precariedad y la degradación generalizada de las condiciones laborales.
Durante los últimos años, coincidiendo con la finalización de cada mes, el gobierno del Partido Popular ha aportado datos relativos a contratación y altas a la Seguridad Social para intentar transmitir la sensación de que se creaba empleo y de que, además, esta supuesta creación tenía relación con las contrarreformas laborales aprobadas por el ejecutivo de Rajoy en el año 2012. Ahora bien, no hay más que analizar los propios datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y los que se desprenden de la Encuesta de Población Activa (EPA) para comprobar que en los últimos 5 años no se ha creado empleo.
La EPA del cuarto trimestre de 2011 (la última antes de la aprobación del Real Decreto Ley 3/2012) situaba en 23.440.300 los trabajadores activos y en 18.533.000 los ocupados. Cinco años después, los últimos datos de la EPA, correspondientes al cuarto trimestre de 2016, situaban los activos en 23.026.800 y los ocupados en 18.508.100. En definitiva, tanto el número de activos como de ocupados ha disminuido y, por lo tanto, no es posible en absoluto hablar de creación de empleo.
“El proceso se puede resumir en una malévola ecuación: de 2 estables hago 3 precarios. Donde había 2 puestos de trabajo a jornada completa, relativamente estables y con salarios ‘dignos’, ahora encontramos 3 puestos a tiempo parcial, inestables y con infrasalarios”
Del mismo modo, si optamos por el análisis de los datos oficiales del Ministerio de Trabajo relativos a cotizantes, el resultado es el siguiente: el total de cotizantes adscritos a todos los regímenes en diciembre de 2011 era de 17.361.851, mientras que en enero de 2016 era de 17.104.357. Hemos tenido que esperar a enero de 2017 (17.674.155) para superar la cifra de cotizantes anterior a 2012, si bien todavía muy lejos de los 19.161.851 cotizantes registrados en el año 2008.
A pesar de este dato, aparentemente positivo o esperanzador, es fácil demostrar que no se genera empleo, sino que se transforma trabajo estable en precario. El proceso se puede resumir en una malévola ecuación: de 2 estables hago 3 precarios. Donde había 2 puestos de trabajo a jornada completa, relativamente estables y con salarios “dignos”, ahora encontramos 3 puestos a tiempo parcial, inestables y con infrasalarios. Basta con analizar nuevamente los datos oficiales para comprobar cómo se está imponiendo esta tendencia. Esto se confirma por el dato de horas trabajadas (en miles): 631.695,5 (3r trimestre de 2008), 594.034 (4º trimestre de 2011) y 594.034 (4º trimestre de 2016), muy lejos de los datos anteriores al período de crisis y sin variaciones significativas 5 años después de aprobada la contrarreforma laboral.
Los hombres con contrato a tiempo parcial han pasado de ser el 5,3% en 2009 al 7,7% en 2016, y las mujeres, del 22,4% con contrato a tiempo parcial en 2009 al 24,4% en el año 2013.
En cuanto a la modalidad contractual, el 26,5% de los trabajadores tienen un contrato temporal y el 73,5% uno indefinido. Ahora bien, lo que hay que analizar es que, desde la aprobación de la contrarreforma laboral del gobierno de Rajoy, tan solo en un mes ha habido un porcentaje de contratación indefinida mensual superior al 12,13%, situándose casi todos los meses por debajo del 10% los contratos indefinidos realizados, frente al 90% de los temporales.
Finalmente, si nos fijamos en la cuantía de los salarios medios anuales, y según datos oficiales correspondientes al período 2008-2014, encontramos que los salarios más bajos han caído un 28% y que el 60% de los trabajadores y trabajadoras han visto menguar un 10% su salario durante ese tiempo.
En conclusión, lejos de crear empleo durante los últimos 5 años, el gobierno del Partido Popular ha puesto las bases para degradar al máximo las condiciones laborales, al tiempo que provoca un proceso de sustitución del poco trabajo estable que existía para generalizar el empleo precario. Así, estos cinco años no han sido de creación de puestos de trabajo y de empleo, sino únicamente de transformación y degradación de buena parte de lo que ya existía, señalando una dinámica que, desgraciadamente, será la que se desarrollará en la próxima década: no se crea ni se reparte empleo; se transforma el trabajo de hoy en empleo precario para mañana.
- Vidal Aragonés, abogado laboralista del Colectivo Ronda