Este año, la celebración mundial del Día Internacional de las Cooperativas se vertebrará en torno al concepto «cooperativas por un trabajo digno» poniendo el foco de la atención en la contribución del cooperativismo a establecer límites frente a las tendencias precarizadoras que incesantemente sacuden el mundo de las relaciones laborales
Cada 6 de julio, coincidiendo con la fecha de fundación de la Alianza Cooperativa Internacional, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de las Cooperativas, conocido como 'CoopsDay', con el objetivo fomentar el modelo cooperativista y dar a conocer la incidencia de las cooperativas en el tejido económico y productivo, pero también social y humano, de los territorios donde se ubican.
Este año, la celebración del CoopsDay enlazará con otra celebración trascendente como es la conmemoración de los 100 años de la fundación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), institución capital a lo largo de su primer siglo de existencia como referente de la lucha mundial por la consecución de un marco global de relaciones laborales más justo, equitativo y respetuoso con los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, incluyendo el derecho a acceder a la acción protectora de sólidos sistemas de seguridad social.
Como cooperativa y entidad dedicada desde hace más de 45 años a la defensa jurídica de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, entre otros aspectos, nos satisface enormemente la elección del concepto de trabajo digno como eje vertebrador de los actos del CoopsDay .
En todo el mundo, más de 279 millones de personas, casi un 10% de la población mundial ocupada formalmente, trabajan en el ámbito cooperativo. En Cataluña, existen a día de hoy 4.200 cooperativas que proporcionan empleo a más de 46.000 personas. Sólo durante el año 2018 se crearon 210 nuevas cooperativas en territorio catalán, suponiendo la cifra más elevada jamás registrada.
La ocupación cooperativa, el empleo en el ámbito de las cooperativas, no deja de crecer y ganar peso tanto en términos estrictamente numéricos como de participación e incidencia en los principales indicadores macroeconómicos como pueden ser, por ejemplo, el PIB de los diferentes territorios. Y todos aquellos que creemos firmemente en la gestión democrática y participativa de nuestras organizaciones y en la propiedad compartida y solidaria de los medios de producción debemos felicitarnos por el auge actual del hecho cooperativo. Como debería hacerlo también el conjunto de la sociedad dado que el cooperativismo ha demostrado en el transcurso de su larga historia, pero especialmente en estos últimos años de feroz crisis económica, que las empresas cooperativas poseen mejores condiciones para resistir las turbulencias que afectan al mercado sin recurrir a la destrucción de empleo - al contrario, convirtiéndose en Cataluña en el único foco de generación neta de trabajo - y preservando condiciones laborales dignas para sus integrantes.
Y de eso hablamos: de trabajo digno.
Y de organizaciones dispuestas a situar a las personas que la integran en el centro de su prioridad, fomentando la estabilidad en el empleo y el arraigo en el territorio, rompiendo los techos de vidrio (a menudo de verdadera acero) que limitan el futuro de la mujer trabajadora y creando estructuras salariales sostenidas sobre el principio de equidad.
El cooperativismo hizo sus primeros pasos en tiempos de la Revolución Industrial y nació con el propósito de convertirse en refugio y cobijo para la clase trabajadora frente a la inexistencia de derechos y las condiciones laborales abusivas de la época. Una conquista de la propia dignidad. Y hoy lo vuelve a ser frente a la creciente pauperización de la clase trabajadora y la constante pérdida de derechos laborales, ejemplificada en nuestro país por la brutal incidencia de la temporalidad, el incremento de la contratación a tiempo parcial no deseada por el trabajador o el desarrollo de modelos empresariales construidos sobre la desregulación de las relaciones laborales y las nuevas formas de explotación camufladas bajo falsas apariencias de innovación organizativa.
Pero el cooperativismo no es únicamente una expresión reactiva ante la inclemencia del entorno. Es una apuesta. Una apuesta por un modelo empresarial sólido y eficaz que hace de la participación e implicación de sus integrantes un valioso activo para el sostenimiento de estructuras empresariales capaces de adentrarse en el futuro con la voluntad de conquistarlo.
¿Dónde y cuándo se celebra el CoopsDay?
En Cataluña, la celebración del Día Internacional de las Cooperativas contará con dos acontecimientos centrales.
El próximo viernes día 5 de julio, un día antes de la fecha oficial de celebración, el CCCB de Barcelona acogerá un acto donde, entre otras actividades, se desarrollará un ciclo de debates con el nombre genérico de «Conversaciones cooperativas» que contará con la participación de nuestro compañero Jesús Carrión como participante.
Al día siguiente, 6 de julio, la Xarxa d'Economia Solidaria (XES) organizará su celebración con una serie de actividades que tendrán lugar en el Parque Sant Jordi de Terrassa.
