La Borda va creixent

La cooperativa d'habitatge de Barcelonapren forma un cop aconseguit el finançament col·lectiu

Las obras de construcción que deben acoger las viviendas del proyecto de La Borda -la cooperativa de vivienda en régimen de cesión de uso ubicada en el recinto de Can Batlló, en el barrio de Sants de Barcelona-, avanzan a buen ritmo. La primera piedra se puso en febrero y está previsto que las obras terminen en abril de 2018. La emisión de títulos participativos para la financiación ha sido clave para ayudar a hacerlo posible. Colectivo Ronda ha participado también de la compra de títulos, de un préstamo y ha hecho acompañamiento legal para la constitución de la cooperativa y continúa con el asesoramiento.

Los títulos participativos se agotaron 20 días e hicieron posible conseguir casi 900.000 euros de financiación colectiva, al margen del sistema convencional. La obra tiene un presupuesto de casi 3 millones de euros que se financia, además de los títulos, por medio de las aportaciones de los socios, un crédito de Coop57 y donaciones varias de capital.

La cesión de uso: un modelo pionero

El edificio de La Borda se basa en el modelo de cesión de uso, extendido en países como Dinamarca o Uruguay. Este modelo de vivienda cooperativo se basa en el hecho de que la propiedad del inmueble es colectiva y recae siempre en sobre las personas socias, que pueden vivir de por vida. La toma de decisiones es la asamblea y se bloquea cualquier posibilidad de especular (las personas socias no pueden ni vender ni alquilar el piso a un precio más alto de lo estipulado): la vivienda se considera un derecho, y no un valor de cambio; un valor de uso y no un bien de consumo, reinventando nuevas fórmulas de acceso y gestión comunitaria del suelo.

El proyecto de La Borda es pionero en las políticas de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, ​​que ha sacado a concurso siete solares municipales para la construcción de edificios cooperativos con características similares. También se han activado otros colectivos ciudadanos que quieren hacer un proyecto similar, como es el caso de la cooperativa de Vallcarca.

La Borda pretende garantizar con esta construcción el acceso a una vivienda digna y asequible, desmercantilizado alojamiento, pero a la vez generando nuevas formas de convivencia, vínculo y autooriganització comunitaria. De hecho, las personas socias de La Borda han participado del diseño y seguimiento del mismo proceso constructivo.

La cooperativa d'habitatge de Barcelonapren forma un cop aconseguit el finançament col·lectiu

Los títulos participativos se agotaron 20 días e hicieron posible conseguir casi 900.000 euros de financiación colectiva, al margen del sistema convencional. La obra tiene un presupuesto de casi 3 millones de euros que se financia, además de los títulos, por medio de las aportaciones de los socios, un crédito de Coop57 y donaciones varias de capital.

La cesión de uso: un modelo pionero

El edificio de La Borda se basa en el modelo de cesión de uso, extendido en países como Dinamarca o Uruguay. Este modelo de vivienda cooperativo se basa en el hecho de que la propiedad del inmueble es colectiva y recae siempre en sobre las personas socias, que pueden vivir de por vida. La toma de decisiones es la asamblea y se bloquea cualquier posibilidad de especular (las personas socias no pueden ni vender ni alquilar el piso a un precio más alto de lo estipulado): la vivienda se considera un derecho, y no un valor de cambio; un valor de uso y no un bien de consumo, reinventando nuevas fórmulas de acceso y gestión comunitaria del suelo.

El proyecto de La Borda es pionero en las políticas de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, ​​que ha sacado a concurso siete solares municipales para la construcción de edificios cooperativos con características similares. También se han activado otros colectivos ciudadanos que quieren hacer un proyecto similar, como es el caso de la cooperativa de Vallcarca.

La Borda pretende garantizar con esta construcción el acceso a una vivienda digna y asequible, desmercantilizado alojamiento, pero a la vez generando nuevas formas de convivencia, vínculo y autooriganització comunitaria. De hecho, las personas socias de La Borda han participado del diseño y seguimiento del mismo proceso constructivo.